La segunda etapa de la escapada TT Canarias Madeira, se mostraba interesante, pues a saber después, nos iban a brindar los enduristas de la isla un paseo de cumbres de mediania, muy especial.
Habiamos quedado en Funchal con Claudio, mecanico de KTM en la isla y su colega Armando, cuando le vimos aparecer con motos de enduro radicales, pensamos que nos iban a dar un palizón a nuestras pesadas monturas de Raids, lejos de su intención, pues se portaron de maravilla, intentando agradarnos en todo momento.
Arrancamos la partida sobre las 11. H de la mañana, hacía calor ambiental, arriba en el monte, la corona de nubes como siempre, guarda celosamente el bosque de laurisilva. Enfilamos hacia Machico, y cerca de la plataforma del aeropuerto, que valga el comentario, hay que estar mal para aterrizar ahí.
Nos desviamos para enfilar lombada arriba, empinados caminos empedrados, pistas estrechas en medio de casas en construcción , la tierra seca y polvorienta iba dejando la estela de nuestro paso, los lugareños poco vistos, apenas si notamos molestias, más bien curiosidad por ver la caravana de diez motos subir en procesión.
Empieza el baile, Los pinares altos se mezclan con los impresionantes eucaliptos blancos, el bosque se cierra por trechos dejando ver fincas privadas y casitas de gente con suerte y dinero, Por cierto, la gasolina carisima, a 1,40€, estamos llegando al techo de nubes, los lugares de paso tienen nombre, que desconozco.
Aunque Lombada es lomo, montaña y hemos pasado, por lombada gorda, lombada gallega, Lombada oscura. Un rosario de lomos y cerros que adivinamos debajo del impresionante tapiz que ha cultivado los siglos de viento, niebla y frío perenne.
Dejamos las pistas secas y empieza los humedales, derrapes y sustos y compra de parcelas, esto esta muy blando, arriba la tierra oreada abajo mantequilla oculta,. Pasamos por Santo de Serra, Riviera de Machico, Achada de cerro gordo, y he perdido la cuenta, por que el bosque empieza hacer sellado.
Entramos en pista de monte de limpieza, y trochas de monte que nos comentaba claudio que antes estaban cerrados, ahora están las máquinas haciendo sendas, y nos entra el miedo en el cuerpo, al ver los descensos y los barrizales, el barro no es cualquiera es arcilla pegajosa
Ahí vamos defendiendo el honor de los elementos, y procurando no caer en el chocolate continuo, el descenso continua en medio de un bosque que ha crecido buscando la luz, están oscuro en el suelo, que las miles de planta se pelean por ganar altura y seguir creciendo, mientras el musgo y los líquenes, forma un impresionante e impenetrable tapiz.
Tapiz que sube por las ramas, por los riscos. Agua que llega condensada, y forma un enorme espectáculo de misterio y soledad. Bosque encantado, milenario. Cuanta ciencia botánica oculta sus entrañas, cuan selva isleña silenciosa, reina en el Atlántico. Las nubes duermen aquí el sueño perenne, han hecho un pacto de amor con la tierra, le han brindado su alma y ha cambio el bosque se ha rendido a sus pies.